¿Cómo hace sentir al hombre la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil, comúnmente conocida como DE, es una afección en la que un hombre tiene dificultades para conseguir o mantener una erección. A menudo, este problema va más allá de lo fisiológico y afecta a diversos aspectos emocionales, relacionales y psicológicos de la vida del hombre.
Un hombre con disfunción eréctil puede sentir excitación emocional; sin embargo, el pene puede ser incapaz de mantener una erección. Esta inconsistencia fisiológica puede ser una fuente de inmensa angustia, provocando emociones como frustración, inadecuación, emasculación y vergüenza.
No es raro que los hombres con disfunción eréctil se enfrenten a una amplia gama de emociones.
Pueden sentirse tristes, enfadados, avergonzados o inseguros.
Además, también pueden manifestar sentimientos de vergüenza, ansiedad y la preocupación de ser "menos hombre" por no poder satisfacer.
El efecto dominó de la disfunción eréctil puede verse en las relaciones. Las parejas de los hombres con disfunción eréctil a menudo manifiestan sentirse rechazadas, culpables, avergonzadas, frustradas y poco queridas. Esta carga emocional puede hacer que se abstengan de mantener relaciones sexuales. Por parte del hombre, el miedo a no satisfacer las necesidades sexuales de su pareja puede tensar aún más la relación.
La disfunción eréctil no sólo afecta al dormitorio. La depresión y la ansiedad son frecuentes en los hombres con disfunción eréctil y pueden afectar no sólo a la relación sexual, sino también a las actividades sociales y laborales. A menudo se observa un ciclo en el que la disfunción eréctil puede conducir a una libido baja y, a su vez, la libido baja puede exacerbar aún más la disfunción eréctil. Romper este ciclo es todo un reto, sobre todo cuando una sola experiencia con disfunción eréctil puede minar la confianza de un hombre, lo que le lleva a preocuparse por futuras disfunciones.
Cabe señalar que la pareja también se enfrenta a una compleja mezcla de emociones. Aparte de los sentimientos de rechazo y culpabilidad, a menudo luchan por sentirse poco queridos y frustrados. Estas emociones, si no se abordan, pueden provocar rupturas más profundas en la relación.
La carga emocional de la disfunción eréctil suele ser un obstáculo para buscar ayuda. La vergüenza ante los problemas de salud sexual puede impedir que muchas personas busquen la atención médica que necesitan, lo que prolonga aún más su angustia y los posibles riesgos para la salud.
Los síntomas de la disfunción eréctil pueden incluir problemas persistentes para conseguir una erección, dificultad para mantenerla y disminución del deseo sexual. Reconocer estos síntomas a tiempo y buscar atención médica puede allanar el camino para un control y un tratamiento eficaces.
La intimidad no consiste sólo en la penetración. Como señala el Sr. Tilley, incluso el perineo y el ano, los pezones y otras zonas erógenas del cuerpo pueden ser fuentes de placer. Actos como los besos, las caricias, el juego genital y la estimulación oral pueden ser experimentados como placenteros independientemente de la erección.
Aunque la disfunción eréctil plantea retos, es fundamental recordar que la comprensión, la comunicación y la búsqueda de la ayuda adecuada pueden conducir a una vida sexual satisfactoria, incluso a pesar de la disfunción eréctil.